martes, 27 de octubre de 2009

Se descubre vida en un planeta extrasolar

Ya he captado vuestra atención, ¿verdad? ¿Sois incapaces de apartar la mirada del monitor no? Y si os dijera que me lo acabo de inventar, ¿No os sentirías algo molestos? ¿No intentaríais asesinar al ímprobo creador de tan desafortunadas palabras por haceros perder vuestro precioso tiempo libre, que empleáis entre el messenger y las redes sociales?

Ésos fueron mis pensamientos cuando, hace escasos días, me encontré con un artículo en 20 minutos que llevaba una frase tan peregrina como titular. Normalmente, el público general, aquel que lee el periódico en el metro o tranvía, o en el descanso en el trabajo mientras se trasiega el consabido cafetito, no lee sino los titulares. Es un hecho comprobado. Si no me creéis, pensad y llegaréis a la conclusión de que si no fuera así no se molestarían en poner letras en negrita y con tamaño de fuente 36. Que estamos en crisis, y la tinta va cara.

Bueno, el caso es que ví el titular, y una alarma sonó en mi cabeza: no, no puede ser. Si hubieran descubierto vida en otro planeta, me hubiese enterado. Lo habrían dicho en las noticias, o lo hubiera escuchado mientras venía a clase. Pero entonces caí en que no veo las noticias, y que había llegado a clase a las 8 de la mañana, hora en que, generalmente, las funciones mentales y motoras de la gente son limitadas. Si hay vida en otro planeta, quizá vengan y destruyan la humanidad o almenos a seres como Belén Esteban. O si no, podrían ser como ET y traer amor, felicidad y traumas a los niños del mundo. Entonces me dispuse a leer el articulo entero.

Cuál fue mi sorpresa al descubrir que no es oro todo lo que reluce. El consabido artículo rezaba: .....científicos encuentran evidencias de la existencia de moléculas precursoras de la vida en el planeta HD 209458b.... Evidencias. No hay que ser muy biólogo ni un lingüista redomado para averiguar que evidencias de moléculas precursoras de vida no es lo mismo que vida. Inmediatamente empecé a sentir sensaciones similares a las que habréis sentido vosotros cuando os he timado sin piedad: un deseo acuciante de hacerle la traqueotomía al culpable de haberme hecho perder el tiempo. Y también me dió la idea de escribir sobre un fenómeno que me toca la moral y otras partes nobles del cuerpo: el sensacionalismo.



Imagen no relacionada pero que habrá desviado tu mirada, sobretodo si eres miembro del sexo masculino

El sensacionalismo es, según la RAE, la tendencia de los medios de comunicación a producir sensación o emoción en el ánimo con noticias, sucesos...etc. El hacer de un grano de arena una montaña. La versión periodística de Pedro y el lobo.

A pesar de que quieran aparentar lo contrario, esta tendencia está profundamente arraigada en la prensa actual. Periódicos y periodistas compiten entre sí para hallar la portadas más impactante, el titular más conmovedor, la burrada más grande. Porque claro, ¿a quien no le gusta abrir el periódico y recibir la dosis diaria de información manipulada?

He aquí unos ejemplos al azar de lo que uno puede hallar hoy en día en la prensa y la televisión:
- Un niño que voló en globo arrastrado por una ventisca. Poco después se supo que el misterio del NVNI (Niño volante no identificado) era en realidad un montaje de los padres. A ver como se lo cuenta el niño a sus amigos del colegio.
- GRIPE A!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!!11111 (muere el redactor y debe ser sutituido)
- La prensa rosa, que es el paradigma del sensacionalismo.
- Iker Jiménez y su interesantisisisisimo Cuarto Milenio o Como Convertir Una Persona En Esceptica En Menos De Diez Minutos. Miradlo. Entonces sabéis porque no existen los fantasmas: no quieren salir en Cuarto Milenio.

Espero que una vez vistos estos ejemplos, aquellos puritanos que no deseaban creer en el sensacionalismo se hayan quitado el velo de los ojos y hayan caído en la cuenta de que esto no es sino la punta del iceberg. Sólo tienes que abrir cualquier magazín de actualidad o el ABC y ¡voilà! un loro que monta en triciclo se convierte en noticia de portada. Y no me lo he inventado.

¿A qué conclusión quiero llegar con todo esto? Estaréis de acuerdo conmigo en que hay pocas cosas que toquen más los tegumentos procreativos que te tomen el pelo a las 8 de la mañana en el metro. ¿Soluciones?:
a) encerraos en casa y matad al repartidor del periódico.
b) Id a pie al trabajo o la universidad.
o c) leed todo el artículo y no caigáis en la tentación de los panfletos sensacionalistas que son la primera plana y los titulares.

Y a vosotros, periodistas, reporteros y proyectos de ambos, os digo: a nadie le importa que a Paris Hilton considere a Cristiano Ronaldo un marica, ni le gusta descubrir que una invasión extraterrestre en potencia en realidad se queda en la potencia. No es bueno jugar con las ilusiones de la gente, sobretodo si son bloggeros paranoicos y homicidas como yo.

Y eso es todo amigos. Espero que a partir de ahora no leáis el Dominical. Os estare observando.

Dedicado al siempre querido y recordado Carrascal.

lunes, 19 de octubre de 2009

El elefante inicia su camino

Hoy me he levantado con una idea descabellada: hacer un blog.

Es una de esas ideas que te surgen en los momentos más insospechados, como cuando un día. te levantas y dices: dios, soy una maldita bola de sebo andante, tengo que adelgazar; como aquél que un dia y de sopetón decide presentarse a elecciones de su comunidad, ignorante todavía del berenjenal en el que se va a meter; como cuando un día a alguien se le ocurrió la idea de crear una institución que haría la vida más fácil y agradable a sus conciudadanos, Hacienda.

El caso es que andaba yo hacia el tedio diario que suponen las clases de la universidad (sí, soy estudiante y me tiro la mitad del tiempo en la cafetería jugando a cartas, blah blah blah y por eso tengo el suficiente tiempo libre para escribir este blog) y me dije a mí mismo: ¿y porque no?¿si una anciana de 96 años y Federico Jiménez Losantos tienen un blog, porque yo no debería tenerlo? ¿Y por qué no? Después de todo no es tan mala idea, si no mirad a los de Qué vida mas triste, con programa diario de la Sexta, y aunque digan lo contrario, cobrando un pastón. A ver si doy el pelotazo y acabo forrándome, y no en un quiosco, como mucho me temo. Además es una herramienta muy útil de expresión personal a través de la red; después de todo, son las columnas de autor del futuro, y todas esas cosas que os dirán si buscáis blog en Google.

Como soy una persona racional, como ya habréis adivinado, también tenía que pensar en los contras; que sí, que los tiene. He aquí una muestra de lo que os dirán los blog-detractores (que sí, que existen):
- Hacer un blog es una pérdida de tiempo.
- Hacer un blog sólo está al alcance de aquella especie de semidioses, los informáticos.
- Un blog no te ayuda a ligar como tuenti o facebook.
Y la última:
- Hacer un blog es de frikis insociables.

A lo que yo me contesté internamente, al más puro estilo Gollum:
- Podría ser una pérdida de tiempo, pero dado que invierto el 83% de mi tiempo libre (es decir, cuando no estoy en clase. Estudiar no se contempla) delante de la pantalla del portátil, hacerme un blog podría ser hasta constructivo.
- Bueno, esto podría considerarse un factor limitante, pero considerando la cantidad de tutoriales que hay por internet, tendría que ser un amish para no poder almenos plasmar mis gilipolleces en este blog. Además, mirad el blog, y juzgad vosotros si soy un informático o no. Y he podido publicar esta entrada.
- En facebook y tuenti no se liga. Palabra del sabio.
- Bueno, en parte los blog-detractores tienen razón, podría estar en la calle conociendo gente ahora mismo que estoy escribiendo este testamento. Por Dios. Y como Gandalf diría sólo tú puedes decidir que hacer con el tiempo que se te ha dado. Para que veáis.

Una vez deshechados estos argumentos-onanismos mentales, y ya llegando a ese destino inevitable que es la clase, no me quedaron dudas: haría el blog.

Y aquí estoy, a punto de abrir metafóricamente mi cabeza para que fluya el río que son mis paranoyas. Espero que almenos tenga un poco más de suerte que aquél tipo que ideó hacienda, que deberían establecerle un record Guiness: el record de la persona que más veces han mentado a su madre. Y con este pensamiento alentador, inicio mi trayectoria bloggera.

Sálvese quien pueda.